Singladuras por Menorca 3 al 11 de agosto 2012 (377 millas)

Hacia Menorca

Habíamos llegado de las islas del Atlántico el día 2 por la tarde y el 3 nos pusimos en ruta hacia Menorca por que teníamos que llevar a Juan Luis con sus padres.

Como ya había supuesto los planes una vez mas había que cambiarlos por obligaciones familiares, atrás quedaba ya bajar hasta Formentera y después saltar hasta Bonifacio, era prioritario llevar a Juan Luis. Erik, al que había prometido llevarlo a Formentera demostró una gran madurez a pesar de su edad y no solo no protestó sino que razonó  -abuelo, si este año no puede ser, ya iremos el año que viene-.

Pero hay algo que está reñido con un velero de recreo, que es convertirlo en un medio de transporte y tener la obligación de salir un día concreto y tener que llegar a un lugar concreto en una fecha prevista.

Salimos sobre las 20:30 del puerto de Badalona, una media hora después de que el Tortuguita partiese con destino Sóller que era la buena dirección según las previsiones meteorológicas. La derrota hacia Menorca con viento y mar en contra se hizo interminable a motor, cada golpe de ola frenaba la marcha del Jafam y varias veces hubo la tentación de cambiar de rumbo, pero eso llevaría un mayor retraso y generaría inquietud en los familiares, no obstante hubiese sido la decisión correcta, pero no, optamos por la equivocada y 24 horas después de la partida llegábamos a Fornells con el cuerpo molido y una importante disminución de gas-oil en el deposito por  que no hubo oportunidad de aprovechar en ningún momento la fuerza del viento. Afortunadamente, en Fornells siempre queda el consuelo reparador de “Es Cranc”.

Durante toda la singladura el comportamiento de los niños fué ejemplar, Erik, comienza a sentirse mayor y responsable, soportó el trayecto con sus maquinitas, haciendo comentarios y sin hacer ningún reproche a las condiciones adversas del viaje, de Juan Luis tengo que recordar una simpática anécdota, durante la guardia de noche que hice soportándola solo a a mis espaldas, aparece en la bañera diciéndome que se había despertado porque había tenido un  “mal sueño”, se quedó junto a mí, y siendo una noche estrellada comencé a explicarle donde estaba la Osa Mayor, la Menor, Casiopea, al tiempo que se las señalaba dibujándoselas en el cielo, cuando le digo –mira, y aquella que está allí es la estrella Polar. Al tiempo veo que tapándose la cara deja de hablar unos segundos hasta que se las vuelve a descubrir… le digo –que pensabas?-, - he pedido un deseo- me contesta

-Un deseo, de que?-

-He pedido un deseo para toda la familia- respondió

Simplemente lo abracé cariñosamente porque  había confundido la estrella Polar con una estrella fugaz

De Fornels a Mahón

Los niños habían marchado con Juanan y Sole la noche anterior a Mahón y allí nos esperarían, por lo que a la mañana siguiente, después de desayunar emprendimos la singladura hacia Mahón.

Para no variar los vientos eran de componente E y desde Fornells a Mahón, o ponías motor, o te ponías a ceñir, eso fue lo que hicimos, ya habíamos tenido bastante motor el día anterior. Así que ceñida tras ceñida, doblando el recorrido, llegamos al puerto de Mahón sobre las siete de la tarde, es decir, habíamos tardado unas ocho horas en recorrer un trayecto que en línea de ruta es de unas 22 millas. Dicho de otra forma, la velocidad efectiva no llegaba a 3 nudos con viento que a veces superaban los quince nudos reales.

Después de tantos años visitando Mahón ya conocemos que precios se manejan para los amarres de transeúntes, estos suelen ser desproporcionados para un navegante con recursos escasos porque están destinados a lo que habitualmente dicen llamar "turismo de calidad". Así que decidimos fondear en Cala Teulera, un fondeo tradicional en el puerto Mahón.

En Cala Teulera

Cala Teulera, está dentro del ámbito del Puerto de Mahón y situada entre el Lazareto y La Mola.  Tiene un canal navegable de unos tres metros de fondo por doce de ancho , que le unen a la dársena del puerto. Este canal fue construido por Fernando Rubió, general ingeniero militar, que también fue el constructor del parque del Tibidabo y padre de Nicolás Rubio i Tudurí el diseñador del los jardines del parque la Ciudadela en Barcelona. El canal se construyó con la finalidad de que los relevos militares que tenían que ir a la prisión militar de La Mola no tuviesen que hacer la vuelta por la península del Lazareto cosa que resultaba imposible en caso de las frecuentes tramontanas en Menorca.

  El Lazareto (hoy perteneciente al Ministerio de Sanidad y lugar de vacaciones de funcionarios del ministerio) es una obra arquitectónica digna de ver, un recinto triplemente amurallado y construido con las piedras del derruido fuerte de San Felipe de dominación inglesa. No se utilizó nunca como leprosería como su nombre quiere indicar, pero si como lugar de cuarentena para los barcos que venían de Oriente. Estos navegantes antes de llegar a la Península descargaban las mercancías y el pasaje, las mercancías las colocaban en unos almacenes de oreo y a los pasajeros en el hospedaje por lo que debían de pagar la estancia (es curioso consultar los libros asiento). Al barco lo embadurnaban de cal y lo embarrancaban en cala Teulera hasta que pasase la cuarentena obligatoria.

Es un refugio seguro con cualquier viento, aunque el fondo es fangoso, posiblemente por la acumulación de los lodos depositados por los barcos que allí embarrancaron y también existen restos móviles en el fondo, eso obliga a asegurarse cuando se fondea de que el hierro haya asentado bien, probando con un suave tirón de la propia inercia de la embarcación (nunca con motor). Así lo hice, con suavidad, Fue al segundo intento cuando quedé convencido de que el barco estaba firme al fondo pero sorprendentemente en ese mismo instante saltó una alarma, pitido y luz roja ¿que será?. ¡Mañana será otro día!

Pasamos la noche fondeados después de haber cenado con los chicos en el barco a los que habíamos recogido en la playa y después llevado en el dingui, con tan mala fortuna, que la piedra que ya conocíamos con la oscuridad de la noche posiblemente no tuviese que estar allí –era mas para allá- o –es mas para acá- y… crack, estaba donde siempre, donde le puso la naturaleza y sin remedio pegó con la hélice  ¡nos quedamos sin motor! Afortunadamente tengo la costumbre de llevar los remos lo que facilitó que nos acercásemos hasta la playa y allí los desembarqué volviendo al barco a remo.

Con el nuevo día comencé a reparar el motor del dingui, los problemas habituales con las cosas mecánicas en la mar, estaba bloqueado así que a ponerle bastante desincrustante y afloja-todo hasta que se pueda trabajar en condiciones. Una vez desmontado el eje comprobé que se había roto el pasador de la hélice, de lo que siempre hay que llevar repuesto. Sustituí pasador y chaveta y anoté en la lista de pendientes comprar un conjunto nuevo en cuanto llegase a Barcelona.

Ya que estábamos por faena, pongo el motor del barco en marcha y efectivamente, el zumbido de la alarma persistía y no había sido casual, así que vamos a comprobar que ocurre, posiblemente algún termo-contacto averiado, si es así no tendré mas remedio que dejarlo anulado hasta que pueda reponerlo porque en Menorca es imposible encontrar cualquier repuesto, siempre recibes la misma respuesta “te de venir de fora i triguara una o dues setmanes”. Abrí el portillo del motor y a primera vista vi que se había roto la correa de la refrigeración de motor. No había problema, de eso siempre llevo repuesto, la sustituí y problema solucionado, solo hay que apuntar en la lista que hay que reponer una nueva correa.

Cuando me encontraba tranquilamente disfrutando de la satisfacción de la labor realizada y con los deberes hechos, se acercó la embarcación de la Policía Portuaria.

-Tenga, la información de las normas del puerto- dijo dirigiéndose a mí

-Que ocurre, estoy mal aquí- le dije como respuesta.

-¡Bueno ya sabe que esto es un fondeo restringido, y no se puede estar mas de un día!-

-Eso son nuevas normas, aquí históricamente se ha fondeado y nunca ha habido problemas- argumenté.

De mala gana, el funcionario respondió –¡favor que hacíamos! ahora si quiere llame a una de las concesionarias que tienen amarres libres-. Era evidente que la presión de las concesionarias que intentan sacar rendimiento a las explotaciones concesionales estaba condicionando a la autoridad portuaria para impedir el fondeo y que los barcos tuviesen que pagar las altas tarifas existentes. En mi opinión, política totalmente desacertada, porque los quince o veinte barcos que pueden fondear en Cala Teulera no son suficiente para cubrir la oferta de los amarres libres existentes en Mahón. El problema de la falta de demanda radica en los altos costes de las concesiones, promovido por los subasteros y facilitado por las administraciones que hacen muy difícil que con los precios que tienen que aplicar puedan hacer una oferta que atraiga a unos maltratados usuarios. Ya que tanto subasteros como administración no gestionan en función de las necesidades del usuario sino del afán recaudatorio y las expectativas de dinero fácil. Ambos intereses el especulativo y el recaudatorio van en perjuicio de la demanda.

Al día siguiente, vuelve a acercarse la embarcación portuaria y me conmina a marcharme. Le digo – lo siento pero tengo la correa de la refrigeración rota y hasta que no me traigan un repuesto no me puedo marchar (al tiempo que sostenía en mi mano la correa que el día había sustituido). –Si no se marcha tendré que denunciarle-respondió. ¡Ya estamos! este país se ha convertido en el país de la leyes, las prohibiciones y las denuncias, desapareció el talante, la cordialidad y el ser un país donde la vida se hace agradable y apacible. Así que soporté estoicamente la amenaza mientras veía que se alejaba la embarcación que de forma selectiva se acercaba a uno u otro barco, según la matricula o bandera.

Claro, el miércoles, volvió la embarcación portuaria, y yo ya me temía lo peor pero estaba dispuesto a dar batalla sobre todo por la amenaza y el servilismo del funcionario para con las explotaciones concesionales. Se abarloó la embarcación a estribor y dirigiéndose a mi dijo –Fue con usted con quien hable ayer, verdad?- si efectivamente, le contesté.

-Pues mire, resulta que las normas han cambiado- ¡A sí! contesté.

-Si, desde hoy hay que pagar por el fondeo en zona portuaria-

-Pero eso está regulado oficialmente, está acordado por un órgano competente, está publicado en el B.O.E.- dije soltándole la retahíla.

-¡Si!, se publica anualmente, son las tasas de Puertos del Estado por fondeos en los ámbitos  portuarios- respondió con mejor tono y menos prepotencia que el día anterior.

-Bien, si es legal, dígame cuento tengo que pagar- respondí

Después de darle la documentación del barco para que comprobase las dimensiones y utilizando la calculadora respondió – 2 € con 95-.

-Bien, hágame el recibo- le dije mientras él rellenaba un talonario con todos los datos de la embarcación, lo que tardó unos diez minutos

Me lo entregó el recibo y zanje  mi deuda con el Estado.

Al día siguiente, marchábamos de Cale Teulera con destino Alcudia

Hacia la Bahía de Alcudia

El día 8 levantábamos ancla para dirigirnos a la bahía de Alcudia, avanzamos hacia el S para pasar entre Punta Prima y la Isla del Aire bordeando la costa oriental de Menorca. No había señales de brisa, así que a la altura de la Isla del Aire decidimos fondear y disfrutar de las condiciones veraniegas que nos ofrecía el día. Desembarcamos y recorrimos la Isla con gran regocijo de Erik que amante de los reptiles disfrutó con la gran número de lagartijas autóctonas que allí se encuentran, son de piel negra y sin escamas con unos dedos enormemente largos y finos que les da una agilidad y velocidad enorme, a pesar de los muchos esfuerzos, Erik fue incapaz de coger alguna, teniendo como tiene gran experiencia en la captura de reptiles. Pero disfrutó y disfrutamos mucho, sobre todo cuando al socaire de la sombre de un acebuche donde había instalada una improvisada mesa de camping observamos sentados como se acercaban las lagartijas, a cientos, hasta pocos centímetros de nosotros.

Estuvimos hasta el medio día y después del correspondiente baño en aguas cristalinas y  saciado el apetito reanudamos la singladura hacia la bahía de Alcúdia.

Ninguna novedad destacable durante la derrota en el Canal de Menorca. Este año los túnidos se han mostrado remisos y ni siquiera en los lugares habituales de pesca han aparecido. Así que anocheció y la primera intención fue dirigirnos a fondear en Es Caló  que era el refugio mas próximo a la derrota, pero ante la oscuridad de la noche y la ausencia de señalización en la cala, optamos por dirigirnos a la Isla Aucanada que conocíamos perfectamente aunque ello supusiese casi dos horas mas de navegación.

Eran las 0:43 del dia 9 cuando echamos el hierro y con calma total nos pusimos a dormir.

En la Bahía de Alcudia

Cuando nos despertamos y después de cubrir la necesidades básicas, levantamos ancla y nos dirigimos al puerto de Alcudiamar para repostar, pusimos combustible y agua, y preguntamos que si disponían de atraque de cortesía para poder ir al Súper y avituállanos.

La respuesta fue que podíamos amarrar a la punta de cualquier pantalán y que el precio era de 15€ la hora, por tanto la cortesía brillaba por su ausencia, así que optamos por salir de puerto e intentar fondear en la punta de levante y bajar con el dingui a avituallarnos. Es un mal lugar para fondear aunque a veces se ve algún barco con el ancla además de los que ya están situados con boya. el fondo es de cascotes y es difícil que coja el ancla, después de varios intentos y viendo que el barco no estaba seguro y garreaba, volvimos a nuestro fondeo habitual al socaire de Isla Aucanada. 

Los dos días que pasamos allí fueron muy agradables, el baño habitual mañana y tarde, los paseos en dingui, explorar la Isla y visitar el faro, así como los paseos por la urbanización cercana, nos hizo corta pero fructífera la estancia. Además descubrimos que había un Súper, así que no tuvimos ningún problema para cubrir nuestras necesidades de avituallamiento.

Regreso a BDN

Sobre las 20 Hrs local del día 10 levamos ancla y nos dirigimos rumbo norte hacia cabo Formentor que con las últimas luces del día se fue desfigurando al tiempo que se  incrementaban los destellos del faro según avanzábamos millas en nuestro rumbo NNW. La singladura a ratos a vela a ratos a motor, transcurrió sin incidencias, las cañas no se estrenaron, aunque divisamos algunas tortugas y varios grupos de delfines.  A las 14:45 del dia 11 atracábamos en Badalona bajo un tórrido Sol.